Muchas veces la alimentación se ve descuidada por la falta de tiempo, pero por suerte existen muchas opciones en el mercado para contar con platos saludables, ricos y lo más importante, ¡vienen listos!
Constantemente hemos oído hablar sobre la comida saludable y que no se trata solamente de comer lechuga y palta todos los días. Nos referimos a alimentación saludable a la que nos entrega todos los nutrientes necesarios para que el funcionamiento del cuerpo sea el óptimo y nos permita afrontar con energía y vitalidad cada día.
La pandemia hizo que muchas personas se pusieran creativas en la cocina y que le tomaran el gustito a disfrutar de un plato bien preparado. Pero ahora, en que prácticamente todo el mundo ha retornado a la cotidianeidad de sus actividades, nos enfrentamos a la misma problemática: la escasez de tiempo para cocinar. El típico ¿y qué cocino para mañana? Es todo un desafío.
Los largos trayectos para movilizarnos diariamente de un lado a otro, sumado a jornadas laborales agotadoras, retirar a los niños del colegio, actividades extraprogramáticas, entre otros, han llevado a la población a disminuir la variedad de platos que preparan y consumen o bien, comprar comida rápida y llena de sellos que, finalmente, siempre le pasa la cuenta al organismo.
Para poder hacer frente a este escenario y apoyar a quienes, a pesar del poco tiempo y la rutina, buscan mantener una alimentación equilibrada y saludable, existe en el mercado una amplia oferta gastronómica que cumple con la premisa de ser: práctica, fresca, saludable e instantánea.
Hoy es posible encontrar en supermercados y minimarket desde fruta congelada para realizar un exquisito batido, verduras listas y ya cortadas, hasta platos 100% preparados y variados que con solo 5 minutos en el microondas ya puedes saborearlos.
La técnica utilizada para producir platos de altos estándares de calidad, con materias primas de primer nivel y que no pierdan su valor nutricional, se llama Cook and Chill. Este proceso se creó justamente con la finalidad de optimizar el tiempo de preparación, manteniendo las propiedades originales y asegurar la calidad del sabor y textura del alimento. Una maravilla para quienes no disponen del tiempo para ir de compras ni de cocinarlos.
El Cook and Chill, consiste en tres etapas: La cocción, que no es más que la elaboración del plato, el enfriamiento o congelación rápida, proceso de abatimiento en donde el alimento se expone a temperaturas que van desde los 90° a los 3° C y, finalmente, la regeneración o retermalización del producto, que consiste a restituir el alimento y dejarlo listo para el consumo, a través del calor.
Con todas las alternativas que ofrece el mercado actual, es posible lidiar con la falta de tiempo sin perder la oportunidad de disfrutar de un plato rico, variado, fresco y sobre todo nutritivo.
