Productos con etiquetas simples, pero detalladas, son algunos de los cambios que ha incorporado el consumidor al momento de escoger alimentos y cualquier tipo de snack. No basta con leer si es alto en azúcares o en grasas, la mirada apunta a una propuesta natural, orgánica, menos procesada y más comprometida con la salud y el planeta. ¿Logrará la industria aceptar este cambio?
Los alimentos saludables y de lato valor nutricional, es una preocupación cada vez mayor. El comprar productos con “menos sellos” es una condición que muchos padres y personas en general, evalúan al momento de comprar las colaciones de la semana. Ya sea para niños, universitarios, deportistas y oficinistas con una rutina diaria extenuante, lo cierto es que, para cada tipo de persona y necesidades energéticas, el mercado saludable ha dispuesto de una gran oferta de productos y soluciones para afrontar las jornadas y, sobre todo ahora, que llega marzo y el retorno a las actividades.
Las alterativas y opciones que se encuentran en comercio cada vez responden a requerimientos nutricionales más específicos y gustos del consumidor. Grandes compañías y emprendimientos de menor tamaño, han desarrollado innovadores procesos para lograr productos con un alto valor nutricional, orgánicos e incluso, con una mirada sustentable; así como cada vez es más común ver productos para veganos o para personas con distintas alergias e intolerancias alimentarias.
Ciertamente, el puntapié inicial se dio con la implementación del etiquetado de los alimentos, los famosos sellos, para advertir a la población de los riesgos a los que se está expuesto al consumir productos altos en grasa, sodio o azúcar, entre otros; aunque además con la finalidad de controlar los altos índices de obesidad y enfermedades asociadas a esta patología tanto en niños como en adultos.
Los alimentos saludables son los que aportan nutrientes esenciales que te permiten tener energía y mantener un cuerpo saludable, tales como proteínas, carbohidratos, lípidos, vitaminas, minerales y agua.
Sabemos que un adolescente requiere concentraciones específicas de estos nutrientes y que son totalmente distintas a las de un adulto de 60 años y, justamente, estas diferencias son las que han dado inicio a un mercado sumamente amplio y a potenciar una industria que sigue que expansión. Las nuevas generaciones, que están aún más comprometidas con el medioambiente, la sostenibilidad y los ingredientes menos procesados, han introducido nuevos hábitos de consumo, ya que buscan productos 100% saludables. Por lo tanto, la industria ha tenido que cambiar sus conceptos y en cómo presentarlo a los potenciales clientes.
En los últimos años, han sido las medianas empresas y los emprendimientos locales quienes más se han comprometido con este cambio de visión y poco a poco han logrado incorporarse en el mercado y, aunque es difícil llegar y mantenerse en el retail, ha sido la venta e-commerce el mejor aliado, quedando demostrado en plena época de pandemia el alto interés por retornar a un consumo consciente y hábitos alimentarios más saludables.