Las baterías en desuso son uno de los residuos más dañinos para el medio ambiente y la salud de las personas, sin mencionar que tardan más de mil años en degradarse. Existe una compañía que cumple la labor de valorizar estos residuos, transformándolos en lingotes de plomo y chips de plástico, con mira en la Economía Circular.
Recimat (@recimat_reciclaje) es una compañía recicladora de baterías de automóviles, oriunda en el norte grande de nuestro país, Calama – Antofagasta, y ha realizado campañas de reciclaje a lo largo de todo el país. Sin ir más lejos, solo el año pasado fue capaz de reciclar más de 20.000 kilos de batería, una cifra que se espera aumentar este año, considerando que el producto es capaz de reciclarse en su totalidad.
Su labor fue destacada por la Fundación Recyclápolis, quienes le entregaron el reconocimiento del Premio Nacional de Medioambiente en la categoría Tierra para Grandes Empresas. Su labor responde a la problemática de las baterías usadas, ya que se trata de uno de los productos considerados como “prioritarios” por la Ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje)
En nuestro país, cada año, se dan de baja más de un millón y medio de baterías de autos, por lo que aún es imperativo concientizar a la población sobre los riesgos que significa el tener este material en desuso.
¿Qué contienen las baterías y cuál es su efecto?
La mayoría de las baterías utilizadas son de plomo-ácido, lo que quiere decir que tienen electrodos positivos y negativos formados por compuestos de plomo en un electrolito de ácido sulfúrico diluido. Los usos dados son tanto para automóviles, maquinarias y sistemas de comunicaciones, lo que nos permite inferir en la gran cantidad de baterías que se emplean cada año.
La Organización Mundial de la Salud calcula que casi la mitad de los 2 millones de vidas perdidas por exposición a productos químicos conocidos, se debieron a la exposición al plomo. Son los niños quienes más riesgos presentan al estar en exposición frente al plomo. Si el grado de exposición es elevado, el plomo ataca el cerebro y el sistema nervioso central, lo que provoca coma, convulsiones e incluso la muerte. Los niños que sobreviven a una intoxicación grave por plomo pueden padecer secuelas, como discapacidad intelectual o trastornos del comportamiento, debido a que afecta directamente al desarrollo del cerebro, lo que a su vez entraña una reducción del cociente intelectual y cambios de comportamiento. Se cree que los efectos neurológicos y conductuales asociados al plomo son irreversibles.
No solo las baterías en desuso pueden causar graves daños, ya que en ocasiones los procesos de reciclaje mal realizados pueden generar que los ácidos percolados contaminen las distintas napas, llevando la contaminación a las reservas de agua, la flora y la fauna de un lugar.
La labor Recimat
Desde el año 2003, Recimat efectúa una tremenda labor generando campañas de recolección de baterías en desuso a nivel nacional. Dando pie a contar con bodegas de acopio a lo largo del país, incluso en puntos tan lejanos como Rapanui y la Patagonia.
Una vez que son recolectados y llevados a los sitios de acopio, son embaladas en pallets, con altos estándares de seguridad, hasta que llegan a la plata de tratamiento en Calama, donde se procesan y gestionan los 3 productos prioritarios de la Ley REP del rubor automotriz: neumáticos, aceites y baterías.
Ya en la planta las baterías son separadas en tres componentes principales: plástico, ácido sulfúrico y plomo, todo con base en ser reprocesado y transformado en nueva materia prima.
Plástico: es transformado en pellet de polipropileno, con el cual es posible elaborar carcasas de baterías e incluso, contenedores para transportar productos agrícolas. También Polipropileno neutro para la fabricación de artículos de aseo industrial.
Plomo: Este es fundido y láminas de plomo para la industria médica. Un segundo uso es transformarlo en lingotes para la fabricación de nuevas baterías y finalmente, es vendido para elaborar ánodos de plomo, los que se utilizan en la minería del cobre nacional e internacional, para el proceso de electrobtención de cobre con 999% de pureza.
Ácido sulfúrico: Al ser sometido al proceso de neutralización, es posible obtener yeso y agua para utilización industrial.
De esta manera, Recimat extrae desechos contaminantes y los transforma en beneficio social. La revaloración de los distintos elementos, para transformarlos en materia prima, los que, a su vez, son empleados para crear nuevos productos, es un compromiso que la compañía ha mantenido en veinte años y que continúa vigente con la sociedad y el planeta.
