Con una campaña publicitaria muy ingeniosa y un podcast sobre “La Cultura de Baño”, este emprendimiento ha transformado un problema en una experiencia agradable.
La creatividad e innovación son ejes fundamentales para la clave del éxito en un emprendimiento y así lo ha demostrado Dejapoo. Una marca que se atrevió a tocar un tema tabú, pero que a todos nos ha tomado presas del miedo y la vergüenza, como lo es el mal olor del WC. La diferencia está en que, además del producto en sí, en la manera lúdica y natural en que han logrado posicionar la marca.
Si bien desde hace siglo se ha intentado revertir esta situación con inciensos, aceites, flores naturales, velas y, en los últimos años, con aerosoles con aromas, lo cierto es que Dejapoo es una composición bio catalítica, total y fácilmente biodegradable, que neutraliza los olores del baño de manera natural y sin dañar el medio ambiente.
“Nos dimos cuenta de que las únicas soluciones para el mal olor en el baño eran aerosoles, aromatizadores y sprays, siempre con alcohol, todos medios hediondos, los mismos para el baño de tu casa o para el baño del Estadio Nacional. Nadie, tampoco, había tomado en el mercado local con humor el tema del mal olor en el WC. A eso juntamos un tercer factor, que con mis socios siempre nos reímos del tema de la 💩, quizás uno de los últimos resabios de nuestra eterna inmadurez. Entonces juntamos las tres cosas e hicimos Dejapoo”, nos cuenta Juan José Díaz, uno de los tres socios de la marca, junto a Manuela Herreros y Sebastián Herreros.
Con la idea ya en marcha, los tres socios iniciaron sus operaciones importando un producto de similares características desde Estados Unidos, sin embargo, el costo final era tan alto que lo hacía inviable mantenerlo en el mercado. “Nos pusimos inteligentes y contactamos a uno de nuestros actuales socios (Sebastián) que es químico y con él desarrollamos una fórmula “Made in Chile” que resolvía el mismo problema, pero por mucho menor costo y complicación”, agrega Juan José. Así, la marca y el packaging fue desarrollado durante la pandemia y la primera producción, fabricada en Chile de Dejapoo, se llevó a cabo el año pasado.
¿Cómo funciona?
Gracias a un proceso de química verde, biodegradable, esta fórmula encapsula las partículas del mal olor y, a través de un proceso de fermentación, las encapsula y destruye.
Dejapoo se aplica directamente sobre el agua del inodoro, antes de hacer lo que tienes que hacer (nunca durante o después), y aprietas el atomizador de 4 a 5 veces. Esto creará una capa invisible por sobre el agua, la que impedirá que los malos olores pasen al ambiente.
Plantear una problemática que en ocasiones se intenta ocultar o hacer como que no existe, es un proyecto con un gran desafío por delante. Sin embargo, en muy poco tiempo han logrado llegar hasta los principales Marketplace de grandes tiendas, demostrando que es un tema vigente y capaz de competir en el mercado actual. “Esperamos que esto sea la antesala para poder estar en sus estanterías, que es en donde realmente el mercado podrá verlo físicamente”, señala Juan J. Díaz.
Y como el equipo creativo de Dejapoo no para, a principio de julio lanzaron un podcast en Spotify, llamado “Cultura de Baño”, donde se visibiliza y habla abiertamente sobre este tema. “Los comentarios y mensajes son siempre divertidísimos y positivos. Los clientes nos agradecen, sobre todo las mujeres casadas con maridos buenos para la parrilla e hijos adolescentes que se comen el refrigerador entero”, concluye Juan José.