Cacao Bakery es el dulce y exitoso proyecto familiar, que comenzó con la distribución de postres en locales de barrio, emporios y cafeterías. A casi cinco años de su primera venta, han logrado diversificar sus productos y distribuir a más de 150 locales.
Diana Arévalo y Miguel Rodríguez, son un matrimonio venezolano que conocieron Chile durante unas vacaciones. Sin embargo, cuando al tiempo después decidieron regresar y establecerse en nuestro país, no dieron tregua ni espacio en sus mentes al fracaso. A su llegada, en noviembre de 2017, junto a sus hijos pequeños, no dudaron de que debían generar ingresos ¡ya! Un mes después, en diciembre, ya estaban entregando la primera marquesa en un minimarket de Santiago Centro.
Cacao Bakery, el nombre escogido para su emprendimiento, comenzó entregando no más de veinte marquesas al día, postre que es una tradicional torta de chocolate en Venezuela. Esta cantidad era lo mínimo que se propusieron vender para cubrir los gastos familiares. “Dijimos, no nos vamos a la casa hasta que vendamos todo” y comentan que, con esta idea fija, lograron su cometido y poco a poco comenzaron a aumentar la producción.
Cuarenta mil pesos fue el capital inicial, con el que obviamente debían comprar día a día los insumos para los postres, más algunos electrodomésticos facilitados por amigos fue el comienzo de este negocio. Hoy, el equipo lo conforman siete personas más sus dueños, y en cinco años de arduo trabajo han diversificado tanto la oferta de sabores al público como la distribución en nuevos locales.
Actualmente, Cacao Bakery, distribuye diariamente en 150 puntos y cuenta con 14 sabores distintos exhibidos en todas las vitrinas. “Nosotros elaboramos nuestra propia leche condensada para los productos, todo artesanal, no usamos ninguna premezcla. Todo es hecho con calidad y totalmente a mano, con recetas que aprendimos y que adaptamos al paladar nacional”
El ser disciplinado y nunca dejar de creer en el proyecto, les ha abierto nuevas posibilidades de llevar su marca a nuevos mercados. De esta forma, la empresa estará presente en dos malls capitalinos, Tobalaba y Los Dominicos, generando muchas opciones de replicarlo en otros más y además, en algunas estaciones de servicio.
Para Diana, el éxito de sus postres, se debe a un eje conformado por “la presentación y la imagen del producto es esencial, en segundo lugar, asegurar la calidad del sabor artesanal y, lo más importante, es que nuestros productos siempre deben estar en todos los locales. Para eso contactamos a nuestros clientes y hacemos el seguimiento del stock de nuestros productos, a fin de que cuando alguien vaya a comprar, siempre encuentre lo que busca”
“Son las excusas las que no nos deja emprender” de esta manera resumen el crecimiento de Cacao Bakery, el que comenzó en pequeños boliches de barrio en el centro de Santiago y que se ha convertido en un importante distribuidor para grandes cadenas.