¿Orquídeas, tulipanes, lisianthus o azucenas? Todas nos resultan hermosas cuando queremos un arreglo floral y aún más, si se trata del ramo de una novia. Por lo tanto, ¿no es mejor valorarlos, retornarlos a la tierra o preservarlos en el tiempo?
En toda celebración, las flores cumplen un rol fundamental, sobre todo en un matrimonio, donde toman un rol tan protagónico como los mismos novios. Por algo es una tradición de larga data, que más que perderse en el tiempo, se transforma, pero jamás se pierde. Ya sea para simbolizar pureza o fertilidad, lo cierto es que el detalle floral que acompaña a una novia se transforma en el complemento perfecto para su belleza y armonía.
Si bien aparecen nuevas tendencias de estilos, colores o diseños, existe una forma de trabajo floral que es consciente con el medioambiente, sustentable y que añade a tu “momento único” un sello aún más especial. Esto es lo que viene realizando “La Vida en Flor” (www.enflor.cl) una florería sustentable enfocada 100% en novias y decoración para bodas.
Ana María Gutiérrez es nutricionista de profesión y llegó al mundo de las flores, porque quería que su matrimonio fuese especial y con su propio toque. “Entré al mundo de las flores cuando me casé. Quise hacer todo con mis propias manos, así que me involucré en el mundo de la flor fresca y natural”, nos comenta. Alguien vio los resultados y la dedicación que hubo en su trabajo, que decidió contratarla. “Cuando alguien estuvo dispuesto a pagar por lo que yo había hecho para mí, dije, vaya, esto podría funcionar”, recuerda Ana María, de los inicios de “La Vida en Flor”, en el año 2017. En un comienzo, la florería era como cualquier otra en términos de servicios, hasta que a partir del año 2019 enfocaron sus trabajos exclusivamente hacia las novias, siempre con el enfoque de economía circular.
El trabajo incluye una reunión previa para poder afinar hasta el más mínimo, como las flores o colores preferidas, hasta cuánto mide la novia o su talla. De esta manera, cuando diseñen el ramo, este quede proporcionado a tu cuerpo y no muy grande o muy pequeño. Y han sido estos detalles y la atención tan cercana con sus clientes, que “La Vida en Flor” ha sido ganadora por tres años consecutivos en los Wedding Awards en la categoría de Flores y Decoración, del sitio Matrimonios.cl
“Desde el principio decidimos ser sustentables y nuestra línea está directamente relacionada con el buen uso de insumos y el uso de los residuos”, detalla Ana María. Esto significa que la papelería que usan es compostable, el sistema de amarres de los ramos de flores no contiene plásticos y tampoco utilizan espuma flora, que la mayoría de las floristas utilizan para los ramos cascadas, reemplazándolo con una técnica distinta de armado.
En cuanto al manejo de los residuos, “nosotros compostamos todos los residuos verdes de las flores, los tallos que cortamos y todo lo que no se lleva la novia, se va al compostaje. Trabajamos con una empresa que los viene a buscar una vez a la semana y así nos aseguramos que nada de lo que aquí se bota, se vaya al shaft de la basura o a un vertedero cualquiera”, nos explica Ana María, sobre cómo retornan los desechos utilizados a la tierra.
La elaboración de productos con base en la técnica floral incluye, además de los ramos y los tocados, boutonnier para el novio, ramos con cintas para solteras, peines, pulseras o corsage, aros, anillos, cinturones hasta porta anillos. Cada uno de estos artículos tienen un gran valor emotivo y de trascendencia para quienes los utilizan, lo que fue clave para dar paso a otro de Ana María llamado “Pausar” (www.pausar.cl), que tal como indica su nombre, puedes “pausar tus momentos, la naturaleza y la mente”, ya que permite la preservación y una nueva forma de revivir ese momento precioso.
Gracias a un delicado y dedicado proceso de secado, es posible preservar y convertir un ramo de novia o cualquier arreglo o detalle floral, en un hermoso cuadro para colgar en una pared favorita y traer los recuerdos al presente. Se pueden escoger distintos modelos para transformar el arreglo floral, en un momento absolutamente presente y no destiñéndose en un cajón. Al igual que cuando se prepara y arma un tocado de flores, con los cuadros también se hace un trabajo personalizado, ya sea del estilo de cómo se presentarán (montaje), si será una intervención fotográfica, un diseño libre, una vista superior del ramo, alguna leyenda, los nombres de la pareja e incluso, el color del marco para que combine con la pared.
“Ayer una novia nos mandó un audio, contándonos que no paraba de llorar viendo el cuadro que para ella era volver a estar en el día de su matrimonio. Por eso cuando decimos “Pausar” el momento, es tal cual, porque ese momento de tu historia o de tu vida está en ese cuadro, no son solo flores”, afirma Ana María.
Se trata de un trabajo muy meticuloso, que implica guardar pétalos por tamaño para luego volver a armarlos, con una estética diferente. Si bien, entre el prensado, secado y armado el proceso puede demorar un par de meses, el resultado lo vale. Continuando con la línea sustentable, el packaging es totalmente sustentable, hasta los adhesivos utilizados y en caso de utilizar plástico, este es compostable. Además, todo lo que no se utilizó en el armado del cuadro, como alguna cinta o pétalos, todo es despachado a los novios, para que puedan darles otros usos y mantener presente ese momento especial.