La producción de eventos y las celebraciones se han convertido en todo un desafío y apuesta, para quienes viven al máximo la diversión de las fiestas o aquellos que buscan dejar un recuerdo memorable en sus invitados. Lo cierto es que muchos los emprendimientos, ligados a esta industria, que prometen entregar un servicio a la medida del cliente.
Cada año, a partir del mes de octubre, se llevan a cabo un gran número de fiestas y eventos. Matrimonios, fiestas corporativas, graduaciones, año nuevo, cumpleaños o baby shower, todos aprovechan la temporada primavera – verano y la finalización del año, para celebrar a lo grande. No importa si es campestre, clásico, playero o vintage, lo único que si es relevante es pasarlo bien y sorprender a los asistentes.
El mercado que alberga a las celebraciones cada día se diversifica más y amplía la oferta de productos y servicios para el público. Ya no se trata de buscar un local, contratar el banquete y tener algunos adornos, ahora el objetivo la diferenciación y centrar el evento no en el/los protagonistas, como el cumpleañero o los novios, si no que en asegurar la diversión y un momento inolvidable.
Como todos los que sobrevivieron a la pandemia, el negocio de las fiestas fue uno de los más golpeados. Sin embargo, al levantarse las restricciones y aforos, comenzaron a retomarse muchas celebraciones que debieron ser suspendidas y otras, que comenzaron a planificar lentamente durante la cuarentena, dando pie a nuevas y originales ideas de negocios.
La producción de eventos se ha convertido en una industria robusta, donde convergen otros rubros, como el gastronómico, musical, de vestuario, especialistas de iluminación, fotografías, joyas, manualidades, decorativo y turístico. Por ello, es que su crecimiento es exponencial y la rentabilidad no se queda atrás. La organización, planificación y realización de un evento puede involucrar a distintos emprendimientos enfocados en esta línea de negocio, dejando gratos dividendos y contribuyendo a la empleabilidad de un número importante de personas.
Oír hablar de wedding planner, maestro de ceremonia, cabina de fotos, cintas para solteras, una pileta de hielo o hasta e festejado apareciendo tras un acto de magia, ya no son situaciones tan extrañas dentro de una celebración. Así como ya nos acostumbramos a los juegos inflables o las máquinas de humo, son muchas las ideas que día a día intentan llegar a un público obsesionado con la diversión.
Según cifras de la Corporación Nacional de Empresas de Eventos, Turismo de Reuniones y Afines (Coventur), el año 2019, se generaron más de 140.000 eventos, explicando un 17% de los 4 mil millones de dólares ingresados a Chile por el turismo, 270 mil empleos directos y unos 75 mil indirectos. Cifras que se esperan aumenten significativamente después de un periodo contraído por la pandemia; y que cuando se trata de celebrar y divertirse, aun en momentos de inflación, nunca se escatima en los costos.