Cada vez son más los productos vegetarianos y veganos en el mercado, al igual que los locales comerciales, esto porque la demanda y los clientes van en aumento. Y quienes conocen a la perfección el mercado, están en La Casa del Vegan.
En un rincón de La Vega Central comenzó todo, pero como pocos imaginarán, la historia de La Casa del Vegan tuvo su origen en el rubro de los quesos. Sí, en un pequeño local comercial llamada La Casa de los Quesos, surgió la necesidad de responderle a diferentes clientes que llegaban preguntando por quesos veganos. Pero en ese momento ellos no conocían esos productos, cuenta Camila Mendoza, dueña de la sucursal de La Casa del Vegan en la Vega Central.
Lejos de entregar un “no” como respuesta, empezaron a investigar sobre el veganismo, el tipo de alimentación y los diferentes productos que en ese entonces había en el mercado. Así fue como de a poco comenzaron a contar con un tipo de queso vegano, al poco tiempo los clientes comenzaron a llegar y correr la voz, así que la decisión fue aumentar la oferta de quesos y luego, incorporar otro tipo de productos como leches vegetales, mantequillas y manjar vegano.
“Escuchamos a los clientes, nos pusimos a investigar y traer nuevas cosas. Dentro de La Casa del Queso había una sección de productos veganos, tanto así que nos quedó chico”, dice Camila Mendoza, quien agrega que en ese momento el local vendía jamón y otros productos de origen animal, que no tenía relación con la alimentación vegana. Por lo que decidieron armar un nuevo negocio para sus clientes.
Este nuevo local, también en La Vega, se estableció como una alternativa más económica a los precios elevados de estos productos en el mercado. “Para nosotros era importante ofrecer mayor variedad de productos y a mejor precio”, relata Mendoza. Empezaron con un local pequeño, pegado a una carnicería y frente a otra. Camila recuerda que cada vez iban más clientes porque era el único negocio 100% vegano, pero ellos notaban que era incómodo para las personas. Así que decidieron trasladarse a otro lugar de La Vega, donde los clientes, además de comprar sus productos, pueden sentarse a comer.
“La gente vio como crecía el negocio y empezamos a abrir locales en otras partes. Comenzamos en Valparaíso, luego en Maipú y después Providencia, pero el local de La Vega es la casa matriz”, dice Camila.
Si bien La Casa del Vegan no es una distribuidora y no trabaja con precios mayoristas, son varios los locales comerciales, especialmente de región y también restaurantes, que van a comprar productos veganos. Por los precios que maneja el mercado, el precio al detalle les es mucho más rentable a locales que están recién incorporando estos productos en su oferta.
Y es que hoy, es casi imposible no contar con alternativas de alimentación vegana y vegetariana. El mercado ha crecido en esta dirección, casi todas las marcas tienen opciones que van en esta línea y cada vez es más frecuente toparse con algún local de barrio completamente vegano/vegetariano o con estas alternativas entre sus productos.
Pero para Camila Mendoza, lejos de ser un problema, por el nivel de competencia, es una señal muy positiva: “el mercado alcanza para todos, porque hay más locales y más competencia, pero también más clientes. El mundo vegano solo crece, porque el mundo va en esa dirección”.