Desde el 2013, Algramo ha revolucionado el mercado y sobre todo, el comercio local. Teniendo como objetivo resolver dos grandes problemas: el impuesto a la pobreza y la gran cantidad de plásticos y desechos que se generan al momento de comprar, la reconocida “empresa B” hoy tiene un nuevo aliado: Bringo, distribuidora que se encarga de entregar productos de limpieza, higiene, entre otros, a los almacenes de barrio.
Si pensamos en relaciones perfectas, podríamos poner de ejemplo la de Bringo, Algramo y los almacenes de barrio, quienes han logrado construir una alianza importante para resolver dos grandes problemas: el primero, sería el impuesto a la pobreza. Término que utiliza José Manuel Moller, creador de Algramo, para explicar lo que ocurre cuando las personas, y especialmente las familias más vulnerables, están obligadas a comprar en pequeños formatos y pagar más por eso, en vez de comprar en mayores cantidades y a un precio justo. El segundo problema, tiene que ver con la cantidad de plásticos y desechos que se producen cuando se compran productos envasados y de un solo uso.
Ante esto, ¿qué hace la alianza entre Bringo, almacenes de barrio y Algramo? Ofrecerle a los clientes productos a granel con envases inteligentes y retornables. Algramo creó todo un sistema, el que con el tiempo recogió Bringo, convirtiéndose en los distribuidores oficiales de Algramo, quienes se han encargado de abastecer los almacenes de barrio con productos de limpieza, higiene y aseo para el hogar.
“La idea en relación con este impuesto a la pobreza, al cual se refiere José Manuel Moller, es ayudar vendiendo el formato justo, para cuidar la economía del hogar”, explica Hector Parra, encargado de Marketing y Ecommerce de Bringo y Algramo Almacenes.
Actualmente, Bringo trabaja con más de 2.400 almacenes de barrio en torno a la retornabilidad. Distribuyendo los productos Algramo, como detergente, limpia pisos, lavalozas y suavizantes en envases retornables, que se vende en los almacenes y una vez que los clientes devuelven el envase desocupado y limpio, el almacenero lo guarda hasta el próximo pedido de productos y ahí Bringo se preocupa de recibir nuevamente los envases y dejarlos funcionales.
Es toda una cadena que busca cuidar el medio ambiente y al mismo tiempo ofrecer productos de calidad y a precio justo. “Tenemos la idea de poder ser una opción de ahorro para la gente. Poder enseñarle a las personas que con ciertos formatos no es que se ahorre, sino que se invierte. Si tú sabes que ocupas un producto determinado durante todo el año, como detergente, puedes invertir un poco más en un formato determinado y así ganar mucho más, que a través de los clásicos envases”, señala Parra.
